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Reactivos químicos y educación sanitaria

Su salud y bienestar son nuestra prioridad.

Fenbendazol - Material didáctico

Joe Tippens creó el protocolo más popular. Consistía en administrar 222mg de fenbendazol 3 días consecutivos a la semana, luego descansar 4 días y así repetir el ciclo hasta completarlo. En el protocolo también suplementaba diariamente con 800mg de vitamina E, curcumina biodisponible 600mg y 2 gotas de aceite de cbd (25mg).

En cuanto a la dosificación basada en estudios en los que realmente se demostraron efectos anticancerígenos, se trataba de un estudio en ratas con cáncer de próstata. El Fenbendazol sólo era eficaz en combinación con la vitamina E (era mucho menos eficaz sin ella). La concentración necesaria para que tuviera efecto era adecuada para 14ng/ml de fenbendazol y 25 µg/ml de succinato de vitamina E. Para obtener estas concentraciones para un hombre de 80 kg, por ejemplo, tendría que comer 2500iu (1675 mg) vitamina E en forma de succinato y 444 mg de fenbendazol suponiendo que la absorción sea baja como la del albendazol y sea de aproximadamente 0,5%. 

Cuando se toma con grasa, el Fenbendazol aumenta su absorción en el torrente sanguíneo.

El Fenbendazol puede provocar efectos secundarios, por lo que merece la pena realizar análisis de sangre para controlar el estado de carga del fenbendazol. Debe realizarse un hemograma con frotis y pruebas hepáticas. También pueden añadirse pruebas que midan la carga renal. La primera prueba debe hacerse a los 7 días, seguida de una prueba cada 2 semanas si todo va bien, y una vez a la semana si algo se sale del rango de referencia.

El Fenbendazol tendrá una eficacia anticancerígena mucho mayor al actuar sinérgicamente con otras sustancias como la vitamina E y D, la curcumina, la vitamina b17, el aceite de cáñamo, por lo que merece la pena componer dicha suplementación con alguien que esté familiarizado con ella. La terapia probiótica y la limpieza del cuerpo de toxinas serán útiles en este caso. Aquí recomendamos familiarizarse con las propiedades anticancerígenas del péptido Epitalon.

Un hígado cargado puede recibir apoyo con n acetilcisteína por vía oral y vitamina c. En los casos más graves, las inyecciones de glutatióny, en casos aún más graves, goteo de aspartato de ornitina.

Es bueno tomar infusiones de manzanilla y menta.

Debe tenerse en cuenta que el tratamiento anticanceroso con fenbendazol, a pesar de los prometedores estudios realizados, aún no está aprobado oficialmente y debe abordarse con precaución y calculando los posibles riesgos y beneficios.

El siguiente artículo contiene enlaces a estudios, por ejemplo [3]. Basta con desplazarse hasta el final del artículo y hacer clic en el enlace [3] para conocer en detalle este estudio.

Efectos del fenbendazol

El Fenbendazol, químicamente reconocido como [5-(feniltio)-1H-benzimidazol-2-il] metilcarbamato, pertenece a la clase de fármacos de los benzimidazoles [1]. Se utiliza habitualmente para tratar una amplia gama de infecciones parasitarias en animales, desde mascotas hasta ganado. Desarrollado originalmente en los años 70 por Janssen Pharmaceutica, se diseñó para eliminar parásitos internos en animales, como ascárides y tenias. Sin embargo, los estudios realizados a partir de la década de 1970 han demostrado su eficacia contra otros parásitos gastrointestinales, como la giardia y otros helmintos, como oxiuros, estróngilos, Strongyloides, aelurostrongylus y paragonimosis.

Aunque originalmente estaba destinado a proteger a los animales de los parásitos, estudios recientes han demostrado sus beneficios potenciales para los seres humanos, en particular en la lucha contra afecciones graves como el cáncer [1, 1A]. La historia del fenbendazol cambió significativamente en 2011, cuando una persona, que luchaba contra graves problemas de salud, tomó fenbendazol con la esperanza de aliviarse. La mejora de su estado despertó la curiosidad y condujo a una investigación más profunda sobre el potencial del fenbendazol para la salud humana. Este incidente, seguido de la creación de una comunidad en línea y el intercambio de historias de éxito, promovió el fenbendazol como un posible tratamiento no convencional para una amplia gama de enfermedades más allá de su propósito original.

Conocido comúnmente como "Fenben" en estas comunidades, el fenbendazol ha acaparado gran atención por sus posibles aplicaciones en el tratamiento de afecciones como el cáncer, las enfermedades autoinmunes y los trastornos neurológicos. A pesar de la falta de ensayos clínicos formales en humanos, la evidencia anecdótica sugiere que el fenbendazol puede ofrecer esperanza a quienes buscan tratamientos alternativos. Los posibles mecanismos de acción del fenbendazolu consisten en atacar la estructura celular de los parásitos e interferir en su capacidad de supervivencia y reproducción. Estos mecanismos, aunque originalmente eficaces contra parásitos en animales, se están investigando ahora por sus implicaciones en el tratamiento de enfermedades humanas, en particular contra las células cancerosas [1-4].

Aunque actualmente el fenbendazol sólo está aprobado para uso veterinario, los importantes efectos diversos observados tanto en estudios de laboratorio como en animales indican la necesidad de investigaciones adicionales. Los estudios sugieren que, además de sus efectos antiparasitarios, el fenbendazol puede afectar a la dinámica de los microtúbulos, lo que indica una nueva estrategia para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades [1-4]. Su mínima absorción sistémica y su acción selectiva sobre la tubulina del parásito, en comparación con las células de mamíferos, ponen de relieve su potencial terapéutico y su probable perfil de seguridad. Por consiguiente, las investigaciones en curso tienen el potencial de transformar el fenbendazol de un antihelmíntico veterinario en un valioso agente para la atención sanitaria humana.

Fenbendazol contra el cáncer

Fenbendazol se utiliza principalmente para tratar las infecciones por gusanos en animales, pero investigaciones recientes sugieren que también puede ayudar a combatir el cáncer. Tradicionalmente dirigido a eliminar las infecciones por gusanos, una investigación sorprendente muestra que el fenbendazol también puede detener el crecimiento de células cancerosas. El Fenbendazol ataca el cáncer a través de diversas vías, interrumpiendo procesos clave que las células cancerosas necesitan para crecer y sobrevivir.

Estudios en humanos sobre el uso de fenbendazol contra el cáncer

Un estudio realizado en Corea del Sur investigó el potencial anticancerígeno del fenbendazol entre pacientes con cáncer [2]. Muchos pacientes con cáncer, especialmente los que se encuentran en fases avanzadas de la enfermedad, han empezado a recurrir al fenbendazol y a otros agentes antiparasitarios como tratamiento alternativo. Sorprendentemente, una mayoría significativa, aproximadamente el 79,1%, informó haber experimentado una mejoría física después de utilizar agentes antiparasitarios, incluido el fenbendazol, contra diversos tipos de cáncer. Aunque el estudio se centró principalmente en la experiencia de los pacientes, informó además de que los agentes antiparasitarios actúan contra el cáncer interfiriendo en el ciclo vital de las células cancerosas al interferir en la formación de microtúbulos, de forma similar a la acción contra los parásitos, pero con una salvedad: se dirigen a vías clave del cáncer, como la vía p53, para inducir la muerte de las células cancerosas. En el estudio se utilizaron diversos regímenes de dosificación autoadministrados, muchos de los cuales seguían un programa de toma del fármaco durante días consecutivos y luego descansaban. El estudio informó de efectos secundarios mínimos asociados a los agentes antiparasitarios, incluido el fenbendazol. Sin embargo, algunos pacientes experimentaron problemas gastrointestinales, anomalías hepáticas y efectos secundarios relacionados con la sangre, lo que pone de relieve la importancia de la supervisión médica cuando se utiliza fenbendazol como tratamiento contra el cáncer [2]. Este estudio no sólo revela el potencial de los agentes antiparasitarios, incluido el fenbendazol, como nuevo tratamiento contra el cáncer, sino que también pone de relieve la posibilidad más amplia de la reutilización de fármacos en oncología. Los alentadores resultados comunicados por los pacientes de Corea del Sur sientan las bases para seguir investigando el papel del fenbendazol en la atención oncológica.

Estudios en animales y laboratorio sobre el uso del fenbendazol contra el cáncer

En 2018, los investigadores Dogra, Kumar y Mukhopadhyay descubrieron que el fenbendazol altera la integridad estructural de las células cancerosas y el sistema de procesamiento de residuos [1]. También afecta la forma en que estas células consumen glucosa para obtener energía mediante la transferencia de una proteína llamada p53, lo cual es importante porque p53 desempeña un papel clave en el control de la muerte celular. La Fenbendazol transloca la p53 a las mitocondrias de la célula y reduce la captación de glucosa por las células cancerosas, suprimiendo su supervivencia y crecimiento. Una ventaja significativa del fenbendazol es su modo de acción único. Se dirige a un sitio específico (el sitio de unión de la colchicina) en las células cancerosas, lo que ayuda a evitar el problema común de la resistencia a los fármacos que se observa con muchas terapias contra el cáncer [1]. Además, el fenbendazol no interactúa con la glicoproteína P (P-gp), una molécula a menudo responsable de la resistencia de las células cancerosas al tratamiento. Esta característica convierte potencialmente al fenbendazol en una opción más segura y eficaz en la lucha contra el cáncer.

Además, en un estudio que evaluaba el papel del fenbendazol en la investigación del cáncer, se demostró que este agente antiparasitario podía suprimir el crecimiento tumoral cuando se utilizaba junto con vitaminas. En un experimento con ratones SCID con injertos de linfoma humano, los alimentados con una dieta que contenía fenbendazol y vitaminas adicionales mostraron una supresión significativa del crecimiento tumoral en comparación con los grupos de control [3]. Este resultado sugiere un posible efecto sinérgico, lo que pone de relieve la necesidad de seguir investigando los mecanismos que subyacen a esta interacción. Además, otro estudio realizado por Park en 2022, centrado en células de cáncer de hígado en ratas, demostró que el fenbendazol ataca específicamente a las células que se están dividiendo y creciendo [4]. Provoca la muerte celular programada de estas células, dejando intactas las células normales que no se están dividiendo. Esta acción selectiva convierte al fenbendazol en una potencial terapia dirigida contra el cáncer, reduciendo el daño a las células sanas. Basándose en estos hallazgos, como su capacidad para interferir en el crecimiento, el consumo de energía y los mecanismos de supervivencia de las células cancerosas, combinados con unos efectos secundarios mínimos y la evitación de las vías típicas de resistencia a los fármacos, el fenbendazol es un candidato prometedor para la investigación y la terapia del cáncer en el futuro.

Otro estudio realizado por Peng et al en 2022 investigó el potencial terapéutico del fenbendazol y su derivado, el análogo 6, contra las células cancerosas [5]. Descubrieron que el análogo 6 mostraba una mayor sensibilidad contra las células HeLa del cáncer de cuello de útero humano que su compuesto original, el fenbendazol. Mediante una investigación detallada del mecanismo de acción, se informó de que ambos compuestos inducían estrés oxidativo al aumentar la acumulación de especies reactivas del oxígeno (ROS) [5]. Activaron la vía de señalización p38-MAPK y desempeñaron un papel clave en la interferencia con la proliferación (crecimiento) de las células HeLa. Además, ambos fármacos promovieron la apoptosis (muerte celular programada) e interfirieron significativamente en el metabolismo energético y suprimieron la capacidad de las células para migrar e invadir. Además, el análogo 6 era menos tóxico para las células normales, al tiempo que conservaba una potente actividad antitumoral [5]. Estos hallazgos ponen de relieve el potencial de reutilización del fenbendazol y sus derivados como agentes anticancerígenos eficaces con efectos secundarios limitados. En otro estudio, el mebendazol y el fenbendazol mostraron resultados significativos contra los gliomas en perros. Un estudio de Lai et al. (2017) demuestra sus importantes efectos antitumorales, y el mebendazol muestra concentraciones inhibitorias medias (IC50) especialmente bajas en tres líneas celulares de glioma canino [6]. Aunque ligeramente menos potente, el fenbendazol también inhibió eficazmente el crecimiento de células cancerosas sin dañar los fibroblastos caninos sanos, lo que sugiere un buen potencial terapéutico. Ambas sustancias alteraron los microtúbulos de las células cancerosas, lo que probablemente contribuya a su capacidad para atacar y destruir las células de glioma [6].

Además, un estudio de Park et al. (2019) investigaron los efectos del fenbendazol más allá de sus usos antiparasitarios conocidos, en particular sus propiedades antitumorales y antiinflamatorias [7]. Los estudios en células porcinas revelaron que el fenbendazol reduce significativamente el crecimiento celular, incluso a dosis bajas. Induce la apoptosis al afectar a las mitocondrias, alterar el equilibrio del calcio y alterar los genes asociados a la muerte celular. Mediante el análisis de proteínas clave de señalización, el estudio también informó de cómo el fenbendazol interfería en los procesos de crecimiento y muerte celular, en particular durante las primeras fases del embarazo [7]. Innе estudio de Han y Joo (2020) investiga el potencial del fenbendazol contra la leucemia, centrándose en sus efectos sobre las células leucémicas HL-60 y el papel de las especies reactivas del oxígeno (ROS) [8]. El Fenbendazol mostró una actividad antitumoral significativa, reduciendo la viabilidad celular e induciendo la apoptosis en estas células. Cabe destacar que este efecto se exacerbó a dosis más altas, alterando específicamente la función mitocondrial y aumentando los marcadores de muerte celular. El estudio también demostró que el bloqueo de la producción de ROS reducía el efecto del fenbendazol, lo que pone de relieve el papel clave de las ROS en su mecanismo anticanceroso [8]. Estos resultados revelan el prometedor potencial del fenbendazol como tratamiento de la leucemia y allanan el camino para seguir investigando sus aplicaciones en la terapia del cáncer.

Además, un estudio reciente de Park et al. investigó el potencial del fenbendazol en el tratamiento del cáncer colorrectal que ya no responde a la quimioterapia estándar [9]. Los investigadores descubrieron que el fenbendazol era especialmente eficaz contra las células de cáncer colorrectal resistentes al fármaco 5-fluorouracilo. Actuaba promoviendo la muerte celular y deteniendo la división celular tanto en las células cancerosas normales como en las resistentes [9]. Curiosamente, parecía afectar a las células resistentes a través de vías diferentes que a las no resistentes, incluida la reducción de la autodepuración celular y el aumento de un tipo de muerte celular denominada ferroptosis. El estudio sugiere que el fenbendazol puede ofrecer un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer colorrectal difícil de tratar al atacar mecanismos específicos de crecimiento y supervivencia de las células cancerosas. Un estudio de Chang et al. (2023) exploró el potencial del fenbendazol en el tratamiento del cáncer de ovario, una enfermedad multirresistente [10]. A pesar de las importantes propiedades anticancerígenas del fenbendazol, su escasa solubilidad en agua limitaba su uso. El equipo resolvió este problema empaquetando el fenbendazol en pequeñas e innovadoras nanopartículas, lo que permitió una mejor penetración en el organismo y un tratamiento más eficaz del cáncer de ovario. Se observó que las nanopartículas ralentizaban significativamente el crecimiento de las células cancerosas y reducían el tamaño de los tumores en modelos animales [10], lo que sugiere un nuevo agente terapéutico prometedor para el cáncer de ovario y, potencialmente, para otros cánceres difíciles de tratar. 

Además, otro estudio de He et al. (2017) investigó el efecto del fenbendazol en la leucemia mieloide crónica (LMC) utilizando células K562 para comprender su potencial como tratamiento de la LMC [11]. Se realizaron varios ensayos, incluyendo el ensayo CCK-8 para la viabilidad celular, exclusión de azul tripán para el crecimiento celular, citometría de flujo para el análisis del ciclo celular y Western blot para los cambios en las proteínas. El estudio demostró que el fenbendazol detenía específicamente el crecimiento de determinadas células leucémicas sin dañar a las células sanas [11]. También hizo que estas células leucémicas dejaran de dividirse y provocó una interrupción de su proceso normal de división celular, como lo demuestran los núcleos celulares inusuales y los cambios en los marcadores indicativos de la división celular. Estos resultados sugieren que el fenbendazol puede ser un tratamiento más seguro y específico para la leucemia mieloide crónica (LMC), por lo que merece la pena seguir investigando su efecto y su posible uso en el tratamiento del cáncer. Un estudio de Sung et al. investigó el uso combinado de fenbendazol y paclitaxel (PA), un fármaco anticanceroso de uso común, contra las células leucémicas [12]. Descubrieron que esta combinación reducía significativamente el crecimiento de las células leucémicas más que cada fármaco por separado. Parece que este efecto potenciado puede deberse a un aumento de las especies reactivas del oxígeno (ROS), un tipo de molécula que puede dañar las células [12], lo que sugiere una nueva forma en la que estos fármacos pueden trabajar juntos para combatir el cáncer. Estos resultados sugieren que el uso de fenbendazol con terapias anticancerosas establecidas, como la AP, podría mejorar los resultados de los pacientes con leucemia, ofreciendo un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer en los centros oncológicos. 

Además, un estudio de Kim et al. investigó los efectos anticancerígenos del fenbendazol en células de melanoma oral en perros [13]. Los investigadores trataron cinco líneas celulares de melanoma con diferentes concentraciones de fenbendazol y evaluaron los efectos sobre la viabilidad celular, la progresión del ciclo celular y la alteración de los microtúbulos mediante varios ensayos. Los resultados mostraron que el tratamiento con fenbendazol provocaba una disminución de la viabilidad celular dependiente de la dosis, con una disminución significativa de la viabilidad celular a 100 μM de fenbendazol [13]. Además, las células experimentaron una marcada detención en la fase G2/M, particularmente evidente en la línea celular UCDK9M5 a dosis más altas de fenbendazol. Además, el análisis Western blot mostró un aumento de los marcadores de apoptosis, y la microscopía de inmunofluorescencia indicó una alteración significativa de los microtúbulos y signos de escape mitótico [13]. El estudio concluyó que el fenbendazol era eficaz contra el cáncer de melanoma canino al reducir la viabilidad celular, provocar la detención del ciclo celular, inducir la muerte celular y dañar las estructuras celulares. Sin embargo, se necesitan investigaciones más detalladas y estudios en animales para confirmar todo su potencial en el tratamiento del melanoma canino y otros tipos de cáncer. Un estudio de Noha et al. investigó el uso del fenbendazol como posible tratamiento del cáncer de ovario [14]. Los investigadores probaron sus efectos en células de cáncer de ovario y células normales en el laboratorio, y luego estudiaron cómo funcionaba en modelos animales de cáncer de ovario. Los resultados mostraron que el fenbendazol era capaz de detener el crecimiento tanto de las células cancerosas como de las normales en el laboratorio, lo que sugiere que no se dirige específicamente a las células cancerosas. En ensayos con animales, la administración del fármaco por vía oral o directamente en el abdomen, incluso a dosis elevadas, no produjo una diferencia significativa en el tamaño del tumor [14]. Sin embargo, cuando se administró a través de una vena de ácido poli(láctico-glicólico) (PLGA), redujo notablemente el tamaño del tumor sin dañar a los animales. Estos resultados sugieren que, aunque el fenbendazol puede ser prometedor en el tratamiento del cáncer de ovario, su éxito depende en gran medida de cómo se administre o absorba en el torrente sanguíneo. 

Además, un estudio de Jung et al. investigó los efectos del fenbendazol en las células de linfoma de ratón EL-4 en comparación con las células normales del bazo [15]. Encontraron que el fenbendazol dañaba significativamente las células de linfoma, especialmente a concentraciones más altas, con una disminución observada en 52%. En cambio, las células normales del bazo sólo mostraron una ligera disminución. Las células de linfoma tratadas con fenbendazol también experimentaron un mayor estrés oxidativo y daño mitocondrial, lo que condujo a la muerte celular. Además, el fenbendazol provocó que las células de linfoma quedaran atascadas en una parte del ciclo celular en la que no podían dividirse, lo que condujo a la muerte celular. Estos efectos no se observaron en las células normales del bazo [15]. Estos hallazgos sugieren que el fenbendazol puede ser una opción valiosa para el tratamiento del cáncer que minimiza los daños al sistema inmunitario, pero es necesario seguir investigando para comprender plenamente su potencial y su posible uso en el tratamiento de los pacientes. Un estudio realizado por Semkova et al. pretendía comprobar si el fenbendazol podía dañar las células cancerosas sin afectar a las células mamarias normales [16]. El estudio incluyó tres líneas celulares diferentes: MCF-10A (células mamarias normales), MCF7 (una forma menos agresiva de células de cáncer de mama) y MDA-MB-231 (células agresivas de cáncer de mama triple negativo). El estudio demostró que las células MDA-MB-231 eran particularmente susceptibles al daño inducido por el fenbendazol a través del estrés oxidativo, más que las células MCF-7. Por otro lado, el fenbendazol parecía proteger a las células mamarias normales (MCF-10A) al reducir el estrés oxidativo [16]. Los diferentes efectos del fenbendazol en estas líneas celulares sugieren que ofrece una acción dirigida contra las células agresivas del cáncer de mama, al tiempo que protege a las células normales. Las diferentes respuestas de las células cancerosas y normales al fenbendazol justifican la realización de estudios adicionales para optimizar su uso en la terapia del cáncer. 

Además, un estudio de Florio et al. informó del importante potencial anticancerígeno de una formulación de nanopartículas de fenbendazol [17]. Probaron nanopartículas de fenbendazol en células de cáncer de próstata en el laboratorio, examinando sus efectos sobre la supervivencia de las células cancerosas, el estrés oxidativo y la capacidad de prevenir la propagación del cáncer. Los resultados mostraron que la nueva formulación de fenbendazol era más tóxica para las células de cáncer de próstata, aumentaba más eficazmente el estrés oxidativo e inhibía más el movimiento de las células cancerosas que el fenbendazol solo o el fenbendazol con nanopartículas no modificadas [17]. Los resultados sugieren que la nanotecnología puede superar los problemas de solubilidad y accesibilidad del fenbendazol, potenciando los efectos anticancerígenos. De forma similar, Esfahani et al. desarrollaron un tipo especial de nanopartículas recubiertas de PEG (PEG-MCM) para la administración directa de fenbendazol a las células cancerosas, haciéndolo más soluble y accesible para combatir el cáncer [18]. Estudiaron la eficacia de estas nanopartículas para destruir células cancerosas de próstata en placas de laboratorio, observando sus efectos sobre la supervivencia y proliferación de las células y su capacidad para producir especies reactivas del oxígeno (ROS) y prevenir la proliferación celular. Descubrieron que la nueva formulación de nanopartículas con fenbendazol reducía significativamente el movimiento celular y era más eficaz para matar las células cancerosas que el fenbendazol solo o el fenbendazol cargado en nanopartículas no pEGiladas [18]. Además, aumentó la producción de ROS, lo que ayuda a matar las células cancerosas. Llegaron a la conclusión de que este método innovador de utilizar nanopartículas cargadas de fenbendazol es prometedor para el tratamiento del cáncer de próstata, ya que hace llegar el fenbendazol a las células cancerosas de forma más eficaz, aumentando su capacidad de eliminarlas y evitando su propagación.

Además, un estudio de Mukhopadhyay et al. informó de que el fenbendazol interfiere en la estructura y el crecimiento de las células cancerosas de varias maneras [19]. Interfiere con los bloques de construcción celular, activa los procesos de muerte celular y corta el acceso de las células cancerosas a una fuente de energía. A diferencia de los fármacos que actúan sobre una única vía y pueden perder eficacia con el tiempo, el fenbendazol actúa en múltiples frentes, lo que permite esperar mejores resultados y menos resistencia a los medicamentos. Los estudios demuestran que el fenbendazol puede atacar a las células del cáncer de pulmón, estresarlas, detener su crecimiento y matarlas sin dañar a las células sanas [19], lo que lo convierte en una prometedora terapia contra el cáncer de amplio espectro que merece más estudio. En otro estudio realizado por Aycock-Williams et al, se investigaron los efectos anticancerígenos del fenbendazol y el succinato de vitamina E (VES) contra células de cáncer de próstata [20]. El estudio demostró que el fenbendazol por sí solo inhibía el crecimiento de las células cancerosas más rápidamente que el VES, tanto en células de cáncer de próstata humanas como de ratón. Sin embargo, cuando se utilizaron juntos a dosis más bajas, el fenbendazol y el VES bloquearon significativamente el crecimiento celular además de sus efectos por separado a partir del tercer día de tratamiento [20]. Este potente efecto combinado, que conduce a la muerte celular por apoptosis, sugiere una nueva opción de tratamiento para el cáncer de próstata. Es importante destacar que los mejores resultados se obtuvieron con 25 µg/ml de VES y 14 ng/ml de fenbendazol juntos. La combinación fue segura en ratones normales, sin causar anormalidades o cambios en la próstata, lo que sugiere que este puede ser un enfoque seguro y eficaz para la terapia del cáncer de próstata.

Además, Mrkvová et al. revelaron que los antihelmínticos de uso común, en particular el albendazol y el fenbendazol, pueden tener potencial en el tratamiento del cáncer [21]. Informaron de que tanto el albendazol como el fenbendazol aumentaban la actividad de p53, un actor clave en la prevención del cáncer, y su vía crítica que repara los daños en el ADN e interrumpe el ciclo celular durante el estrés, lo que podría invertir la capacidad del tumor para suprimir esta proteína. Es importante destacar que estos fármacos provocaron una reducción significativa de la viabilidad de las células cancerosas e indujeron un estado de catástrofe mitótica, alterando la capacidad de las células cancerosas para dividirse adecuadamente y conduciendo a la muerte celular [21]. Estos hallazgos ponen de relieve el potencial de la reutilización de fármacos antitumorales como terapias contra el cáncer, en particular para tumores resistentes a las terapias actuales, aprovechando la capacidad de los fármacos para reactivar la vía de p53. Además, un estudio de Rena et al. investigó los benzimidazoles como tratamiento para el glioma [22]. Identificaron que el flubendazol, el mebendazol y el fenbendazol tenían una potente actividad contra las células de GBM, tanto en placas de laboratorio como en modelos animales. Estos fármacos fueron eficaces para detener el crecimiento, la migración y la invasión de las células de GBM y alterar marcadores importantes asociados con la propagación de la enfermedad y la resistencia a los fármacos [22]. Estos fármacos pueden interrumpir el ciclo celular en las células de GBM, forzándolas a un estado en el que no pueden dividirse e induciendo la muerte celular a través de mecanismos que implican vías inflamatorias y mitocondriales. Es importante destacar que el flubendazol se ha probado en ratones y ha demostrado reducir de forma segura el crecimiento tumoral.

Sorprendente beneficio del fenbendazol en la regeneración de la médula espinal

Los investigadores también descubrieron que el fenbendazol mostraba beneficios inesperados en la recuperación de lesiones de la médula espinal (LME). En un estudio de Yu et al, ratones hembra C57BL/6 tratados con fenbendazol durante cuatro semanas antes de sufrir una lesión moderada de la médula espinal mostraron mejoras significativas en el movimiento y la protección nerviosa [23]. Se administró Fenbendazol a una dosis de aproximadamente 8 mg/kg de peso corporal/día. Los ratones mostraron una mayor capacidad locomotora y una mejor conservación del tejido de la médula espinal en comparación con los no tratados con fenbendazol. Los efectos positivos se atribuyen a la capacidad del fenbendazol para modular la respuesta inmunitaria, en particular reduciendo la proliferación de linfocitos B, lo que a su vez reduce los autoanticuerpos nocivos que pueden empeorar los resultados de la LME [23]. Este estudio no sólo destaca el papel del fármaco en la reducción del daño inmunitario tras una LME, sino que también señala la importancia de explorar terapias no convencionales en la investigación médica.

El Fenbendazol se muestra prometedor contra el virus del herpes bovino

El estudio reveló que el fenbendazol mostraba potentes propiedades antivirales, en particular contra el herpesvirus bovino 1 (BoHV-1) [24]. Para evaluar el efecto del fenbendazol en la infección por BoHV-1 se utilizaron tratamientos de cultivo celular y análisis avanzados de genes y proteínas. El Fenbendazol previno eficazmente la infección por BoHV-1 en células MDBK de forma dosis-dependiente y bloqueó diferentes etapas del ciclo de vida viral. En concreto, interfirió en los procesos tempranos y tardíos de replicación viral e interfirió en genes virales clave y en la producción de proteínas esenciales para el desarrollo del BoHV-1 [24]. Es importante destacar que estas actividades antivirales no afectaron a la vía de señalización celular PLC-γ1/Akt, lo que indica que el fenbendazol ataca selectivamente al virus. Este estudio pone de relieve el potencial del fenbendazol más allá del tratamiento antiparasitario, lo que sugiere que podría transformarse para aplicaciones terapéuticas más amplias, incluida la lucha contra las infecciones víricas.

Potencial del fenbendazol en el tratamiento del asma

Los investigadores también descubrieron que el fenbendazol afectaba a las respuestas asmáticas en ratones. En un estudio de Cai et al, se investigaron los efectos del fenbendazol sobre marcadores clave del asma, como la eosinofilia pulmonar, la IgG1 específica de antígeno y las citocinas Th2, como la IL-5 y la IL-13 [25]. El Fenbendazol redujo significativamente la eosinofilia pulmonar, los niveles de IgG1 específica de antígeno y la producción de citoquinas Th2, lo que indica un potencial efecto terapéutico sobre el asma. Además, las células tratadas con fenbendazol mostraron una proliferación reducida y una producción reducida de IL-5, IL-13 junto con marcadores de activación reducidos en las células inmunitarias, lo que sugiere un efecto directo del fenbendazol en las respuestas mediadas por Th2 [25]. Las reducciones en la eosinofilia y las respuestas Th2 se observaron incluso cuatro semanas después de finalizado el tratamiento con fenbendazol, lo que indica beneficios a largo plazo. Estos resultados destacan la capacidad del fenbendazol para modular las respuestas inmunitarias relacionadas con el asma, ofreciendo potencialmente una nueva perspectiva en el tratamiento de enfermedades mediadas por Th2 como el asma.

Papel del fenbendazol en la osteomielitis

Un estudio reciente de Park, S.R., y Joo, H.G., se centró en la capacidad del fenbendazol para aliviar la inflamación en células de médula ósea (BM) inducida por lipopolisacárido (LPS), un compuesto que simula una inflamación similar a la osteomielitis en condiciones de laboratorio [26]. Descubrieron que el fenbendazol reducía significativamente la actividad metabólica y el potencial de membrana mitocondrial (MMP) en las BM tratadas con LPS, lo que indicaba su eficacia contra la inflamación. Además, el tratamiento condujo a una reducción del número de células viables, lo que sugiere la capacidad del fenbendazol para inducir la apoptosis y la necrosis celular en las BM inflamadas [26]. Curiosamente, el fenbendazol se dirigió específicamente a los granulocitos más que a los linfocitos B en las médulas óseas inflamadas. Estos resultados proponen que el fenbendazol puede ser un potente agente antiinflamatorio, ofreciendo una nueva vía terapéutica para tratar la inflamación asociada a la médula ósea.

Fenbendazol contra la equinococosis vesicular

Los investigadores han informado de que el fenbendazol puede ser una nueva opción terapéutica eficaz contra la equinococosis alveolar (EA), una infección parasitaria grave en humanos [27]. Los tratamientos actuales, como el albendazol o el mebendazol, presentan algunos inconvenientes, como su elevado coste, la necesidad de medicación de por vida y el riesgo de recidiva. Küster, T., Stadelmann, B., Aeschbacher, D., y Hemphill, A. realizaron un estudio experimental sobre el tratamiento de ratones infectados con AE con fenbendazol y obtuvieron resultados comparables a los del albendazol [27]. Descubrieron que los ratones tratados con fenbendazol mostraban una reducción significativa del peso de los parásitos, similar a la de los tratados con albendazol, sin efectos adversos. Y lo que es más importante, el fenbendazol provocó cambios estructurales en el parásito, afectando a la microtriquia, las diminutas estructuras necesarias para la fijación del parásito y la absorción de nutrientes. Estos resultados ponen de relieve el potencial del fenbendazol como alternativa rentable y eficaz a la quimioterapia AE.

Fenbendazol frente a Mebendazol en la infección por avena

Los investigadores compararon la eficacia de Fenbendazolu y Mebendazol con placebo en el tratamiento de la infección por oxiuros (Enterobius vermicularis) en un estudio en el que participaron 72 personas mayores de cinco años [28]. El objetivo de este estudio era evaluar la seguridad y eficacia de estos fármacos, excluyendo a aquellos con problemas de salud graves o tratamiento antiparasitario reciente. El Fenbendazol, conocido por su seguridad y su amplia actividad contra los nematodos en animales, se probó en humanos tras obtener resultados prometedores contra varios parásitos a diferentes dosis en estudios anteriores. Los participantes recibieron un comprimido de 100 mg de fenbendazol, mebendazol o placebo cada 12 horas después de las comidas durante un día. Antes del tratamiento se confirmó la presencia de huevos de oxiuros mediante el método del hisopo de Graham, y en los exámenes fecales se comprobó la presencia de otros parásitos. Los resultados mostraron que tanto el fenbendazol como el mebendazol eran significativamente superiores al placebo en el tratamiento de las infecciones por oxiuros, con 20 pacientes tratados con fenbendazol y 17 con mebendazol que lograron una recuperación completa. Ambos fármacos también fueron eficaces para aliviar síntomas como el prurito anal y el dolor abdominal, siendo el fenbendazol ligeramente superior al mebendazol en algunos casos [28]. Los efectos secundarios fueron menores, incluida una sensación de ardor al orinar y enrojecimiento anal en unos pocos receptores de fenbendazol, pero no requirieron la interrupción del tratamiento. El estudio concluye que tanto el fenbendazol como el mebendazol son seguros y eficaces en el tratamiento de las infecciones por oxiuros, lo que respalda el uso potencial del fenbendazol en humanos.

Dosis de Fenbendazol para el cáncer y otras dolencias

El uso de fenbendazol en humanos, inspirado en la afirmación de Joe Tippens (el protocolo Joe Tippens) de curar su cáncer de pulmón, implica un régimen de dosificación de 222 mg al día durante tres días consecutivos, seguido de un descanso de cuatro días. Este régimen formaba parte de una terapia combinada que también incluía curcumina (600 mg diarios) y aceite de cannabidiol (25 mg diarios) [2]. Es importante consultar siempre al médico o al farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento.

 

Otros estudios clínicos que probaron la eficacia del fenbendazol en humanos demostraron que una dosis única de 200 mg era eficaz contra Ascaris, mientras que para las infecciones por ascáride y tricomoniasis se requerían dosis más altas (hasta 1.000 mg). En particular, las dosis de 1,0 g y 1,5 g por persona fueron eficaces contra Ascaris y proporcionaron reducciones significativas en los recuentos de huevos de ascáride y buenos resultados contra la tricomoniasis [28, 30].

 

En animales, el fenbendazol en dosis de 50 mg/kg una vez al día durante tres días erradicó eficazmente algunos parásitos, entre ellos Giardia duodenalis, Cystoisospora spp., Toxocara canis, Toxascaris leonina, Ancylostomidae, Trichuris vulpis, Taenidae y Dipylidium caninum. Entre otros agentes antiparasitarios, el fenbendazol mostró la mayor eficacia contra las infecciones por Taenidae, alcanzando una tasa de éxito del 90-100% [31].

 

En cuanto a la seguridad y los efectos secundarios del fenbendazol en humanos, el fármaco es generalmente bien tolerado en varios estudios clínicos. Además, según los estudios en animales, el uso veterinario y el uso real en humanos, rara vez causa efectos adversos. Los efectos secundarios notificados con más frecuencia son leves e incluyen trastornos gastrointestinales como náuseas, diarrea y molestias abdominales. Estos efectos secundarios suelen resolverse por sí solos sin necesidad de intervención médica, lo que convierte al fenbendazol en una opción potencialmente segura para el tratamiento de ciertas infecciones parasitarias en humanos, aunque su uso y dosificación en el tratamiento del cáncer, popularizado por afirmaciones anecdóticas, sigue siendo controvertido y no está aprobado médicamente.

Metabolismo del fenbenzadol

En estudios recientes, los investigadores han aprendido más sobre cómo procesa el cuerpo el fenbendazol [29]. Por primera vez, descubrieron qué enzimas específicas, denominadas CYP2J2 y CYP2C19, son clave para transformar el fenbendazol en su forma activa, haciendo que funcione mejor. En sus experimentos, descubrieron que CYP2C19 y CYP2J2 realizaban esta transformación mucho mejor que las otras enzimas. Probaron esto más a fondo analizando muestras de hígado de humanos y confirmaron que estas dos enzimas son, de hecho, las principales ayudantes en el metabolismo del fenbendazol [29]. Este descubrimiento es muy importante porque nos ayuda a comprender exactamente cómo funciona el fenbendazol en el organismo. Este conocimiento puede ayudar a los médicos a predecir cómo puede interactuar el fármaco con otros medicamentos y cómo puede actuar de forma diferente en distintas personas. Esto puede conducir a formas mejores y más personalizadas de utilizar el fármaco para combatir las infecciones parasitarias y otras afecciones.

 

Resumen

En resumen, estos hallazgos ponen de relieve el potencial poco convencional pero prometedor del fenbendazol, un fármaco utilizado inicialmente para combatir infecciones parasitarias, para una variedad de aplicaciones terapéuticas más allá de su uso tradicional. Los investigadores han explorado usos del fenbendazol que van desde el tratamiento del cáncer y sus capacidades antivirales hasta sus efectos sobre las respuestas inflamatorias y las vías metabólicas, revelando una gama de aplicaciones impresionantemente amplia. En Corea del Sur, pacientes de cáncer han informado de experiencias positivas con el fenbendazol, observando mejoras en su estado físico y sugiriendo su potencial como tratamiento alternativo del cáncer. Numerosos estudios en animales y en laboratorio han demostrado su actividad anticancerígena selectiva, en particular su capacidad para interrumpir la dinámica de los microtúbulos e inducir la detención del ciclo celular y la apoptosis en las células cancerosas sin afectar significativamente a las células normales. Esta citotoxicidad selectiva, junto con la capacidad del fenbendazol para modular las respuestas inmunitarias y reducir potencialmente la inflamación, ponen de relieve su versatilidad terapéutica. Además, la reaplicación del fenbendazol a la terapia contra el cáncer se ve respaldada por su combinación con succinato de vitamina E (VES) para mejorar la eficacia antitumoral, particularmente en modelos de cáncer de próstata, donde los efectos sinérgicos inhibieron significativamente la proliferación de células cancerosas. Este enfoque combinado, junto con el potencial antiviral del fenbendazol contra el virus del herpes bovino y la posible reducción de la inflamación en la médula ósea, indica un amplio espectro de beneficios terapéuticos. Además, el éxito del fenbendazol en la superación de la quimiorresistencia en el cáncer colorrectal y en la recuperación de lesiones medulares demuestra su versatilidad en muchas áreas de la medicina. Estos logros refuerzan aún más su reputación como agente terapéutico ampliamente utilizado.

 

Además, su eficacia en el tratamiento de la equinococosis vesicular, las infecciones por oxiuros y su papel en el metabolismo en el que intervienen las enzimas CYP2J2 y CYP2C19 revelan su amplio perfil farmacológico. En conjunto, estos estudios revelan el potencial del fenbendazol para abordar diversos problemas de salud y ponen de relieve la necesidad de realizar más investigaciones y ensayos clínicos para explorar plenamente su potencial terapéutico. Mientras la comunidad médica sigue explorando fármacos con nuevas aplicaciones, el fenbendazol destaca como un compuesto prometedor para futuras terapias contra el cáncer, las infecciones parasitarias y otros. Representa un potencial significativo en el desarrollo de estrategias terapéuticas. Para los pacientes que buscan opciones alternativas o complementarias, el fenbendazol ofrece un rayo de esperanza.

Descargo de responsabilidad

Este artículo se ha escrito para educar y concienciar sobre la sustancia de la que se habla. Es importante señalar que se trata de una sustancia y no de un producto específico. La información contenida en el texto se basa en los estudios científicos disponibles y no pretende ser un consejo médico ni promover la automedicación. Se aconseja al lector que consulte a un profesional de la salud cualificado para todas las decisiones relacionadas con la salud y el tratamiento.

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